Carmen Aristegui no es santo de mi devoción, pero estoy de acuerdo en que era de lo menos peor. Mis asegunes son los siguientes.
Da la impresión de que la entronizan con un trato más fanático que crítico o de verdaderos ciudadanos informados —que de todos modos no es el caso, limitados a su noticiario, somos espectadores o escuchas—. A final de cuentas, el periodismo es una forma de producción también, a mucha gente no le queda claro esto o no lo quiere admitir, pero es así: la información nunca llega impóluta a nadie, es un producto que se modifica desde que es una parte de la realidad que se recorta para ser mostrada a otros. Ni siquiera a través del tamiz de Carmen Aristegui: la verdad no existe, ella, ni ningún otro medio o personalidad de los medios de difusión, es Prometeo con la antorcha bajando el fuego a los hombres.
Muy aparte de que su trabajo esté bien hecho y de que su opinión sea respetable, es su trabajo, su fuente de ingresos. El periodismo es público, sí. El gobierno presente está metiendo mano, es evidente. Respeto a esta periodista, pero no es San Sebastián ni somos ingenuos devotos. No pidamos peras al olmo, no salgan con que "MVS me decepciona". MVS es una empresa igual que Televisa o que Canal 22 (que es concesionaria, no permisionaria del estado), igualito que Radio Centro y CNN. Son empresas con intereses de lucro definidos desde su fundación.
El gobierno está haciendo un papel idiota y corrupto. Pero si ella no está —lo cual no va a ocurrir porque mueve a mucha gente (consumidores) y eso es mercado-rating-éxito-de-ventas—, no significa que se coarte nuestro acceso a la información. La información está allí para quien quiera buscarla, los periodistas somos únicamente mediadores; nadie tiene la verdad.
La lucha no es por Carmen Aristegui ni porque su programa ya no es rentable para MVS con respecto a sus relaciones con el gobierno de Enrique Peña Nieto. El tema es que los ciudadanos no ejercemos nuestras obligaciones ni entendemos nuestros derechos con respecto a la información (por cierto, es importante saber que los archivos de la Guerra Sucia han sido clasificados, aquí enlazo a una nota de El Universal sobre esta reciente modificación). Escuchemos radios comunitarias, leamos blogs, leamos, entre líneas sobre todo, todos los medios y no gastemos, compartamos información; un medio no nos va a dar la verdad, muchos nos ayudarán a construir panoramas más amplios.
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